Continuamos
con el desarrollo del brote psicótico, según las estaciones desarrolladas por
Klaus Conrad.
En este caso
hablemos de su Fase Apofánica, que el divide en varios apartados:
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Espacio
exterior.
w
Percepción delirante.
w
Reconocimiento.
w
Extrañamiento.
w
Anastrofé.
w
Pensamiento:
Difusión y sonorización.
w
Sensaciones
corporales.
Es interesante
detallar las percepciones delirantes o la extrañeza con el mundo
exterior. La sensación que él llama ANASTROFÉ, con lo que se
refiere a la sensación, tan conocida en los psicóticos de que “Todo
gira en torno a mí”.
También hablemos de la
difusión y sonorización de pensamiento,
ya totalmente inmersos en lo que es el brote psicótico.
Conrad dice basarse
en Jaspers < conciencia de significado anormal> o el <establecimiento
de relaciones sin motivo> de Gruhle, pero parece estar más cerca de
Mayer-Gross o Schneider.
Pero esto, como ya dijimos
que hablaremos más de pintura que de
psiquiatría, nos da pie a un
nuevo núcleo de pintores
con cambios estructurales en la forma de pintar, fuera de toda lógica estética anterior y que
deja el camino al cambio casi coetáneo, como son el
Trema y la Fase Apofánica con el brote psicótico.
Son:
LOS
NABIS.
EL
FAUVISMO.
EL
EXPRESIONISMO ALEMAN.
Pero en
esta entrada vamos a hablar de un independiente, nunca cerca de ninguna
tendencia.
Se trata de Henri Rousseau ( Laval, Francia 1844-París 1910).
Deniminado “el aduanero”, por ser empleado
de una oficina de impuestos municipales, es uno de los grandes precursores de
la pintura de vanguardia, sobre todo del Surrealismo.
Obra
misteriosa y fantástica denominada
posteriormente como NAÏF,
elimina la perspectiva convencional y pinta prácticamente de forma bidimensional.
Vemos un
cuadro suyo:
“León atacando a un antílope”
Pero
vemos sus características
posiblemente mejor en:
Los
Jugadores de fútbol de 1908.
Hablaremos de los próximos movimientos en la entrada siguiente.
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