Siguiendo el
devenir del brote psicótico, encontramos otra fase evolutiva en un periodo de
hiper-emocionalidad, la sensibilidad está aflorando cada vez más, muchas veces
de tipo depresivo, otras de hastío, o de re concentración en si mismo.
Existe una
tensión cada vez mayor con el entorno y se dan cuenta que están perdiendo la
realidad, llevándoles poco a poco a un estado de apartamiento con ese entorno
que antes era para ellos real.
w Hipersensibilidad
w Tensión yo-entorno.
w Búsqueda de la realidad.
Esto lo podemos relacionar con una serie de movimientos
pictóricos de la segunda mitad del siglo XIX, como son:
w Prerrafaelistas
w Impresionismo
w Postimpresionismo
w Puntillismo
Antes vamos a contar una anécdota de aquel tiempo, un pintor de academia,
maestro en las Escuelas de Arte y muy influyente, en vista del auge de la
fotografía y el daguerrotipo, dictaminó con “gran visión de futuro”, La pintura ha muerto:
Hippolyte Delaroche (París, 17 de
julio de 1797 –
París, 4 de noviembre de 1859), conocido como Paul
Delaroche,
Lo tenía claro.
Vamos con el primer Movimiento es la Hermandad Prerrafaelita, un grupo de jóvenes pintores, llamados también los Dandys, que tomaron como modelo la
pintura de los primitivos italianos de Quattrocento,
la historia personal y sobre todo amorosa de este grupo es una novela, con
amantes dentro de las mujeres del propio grupo, que a su vez eran sus modelos,
es decir un lio.
Unos de los más importantes
es John Everett Millais (1829-1896), con
motivos religiosos o legendarios como:
Ofelia.
Otro de los más activos es Dante Gabriel Rosseti, (1828-1882), hijo
de un inmigrante político italiano,
enamorado del Dante Aliggeri, del que toma el nombre, pintura femenina, de tipo
religioso, como “Ecce Ancilla Dómini” ( La anunciación), su musa es su futura esposa Elizabeth Siddel, que fallece dos años más tarde de
casarse. Esto le afecta mucho y hace una vida desquiciada, que Vietta califica
de Bipolar.
Otros miembros del grupo son Hunt, Hugues y Burne-Jones, cuya esposa
fue amante de los demás y
Willian Morris
(1834-1896), mas dado a la decoración y a los negocios, que alimentaba a los demás, del grupo, pero que nos dejó el
cuadro de Reina Ginegra, como es
conocido, pero que el llamó la bella Isolda.
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