Es impensable acercarnos a
la personalidad y la pintura de Edvuard Munch, sin hablar de su
relación, sus miedos, recelos y elucubraciones con relación al
concepto y paradigma mujer.
Por un lado a sus mujeres, su madre, su
hermana muerta, su tía Karen, y los miedos que a cualquier relación
no acorde con la religión y las buenas costumbres le inculcó su
padre desde niño.
Pubertad |
Después a sus relaciones, ya comentadas, con Oda
Krong, la mujer de su primer maestro pintor y amante de sus
amigos Hans Jaeger, el filósofo transgresor, (La pasión por
destruir es también una pasión credora) y Jappe Nilsen el
eterno melancólico.
Con Milly Thaulow su primera amante, casada con
el hermano de su segundo maestro “Conocí a una mujer
experimentada que fue la artífice de mi bautismo de fuego. Gracias a
ella supe lo que eran las desdichas amorosas y estuve durante años
prácticamente loco”.
La voz. |
“Mis problemas son parte mía y de mi arte. Son indistinguibles de mí, un tratamiento destruiría mi arte. Quiero mantener mis sufrimientos”
Su
relación con las mujeres fue siempre problemática, ya sea por los
sentimientos de culpa, ya sea por sus fantasmas siempre unidos a las
muerte de sus referentes familiares o a la enfermedad de otra hermana
o por las relaciones escabrosas, que tuvo a lo largo de su vida,
hasta 1908.
La mujer en tres estados. |
Me
refiero a Tulla Larsen, obsesionada por el, le persiguió durante
años a lo largo de Europa, llegando a invertar un suicidio para que
fuera a verla y que acabó en disparo de revolver que le cercenó, al
pintor, dos dedos.
Como
el mismo decía: “Hay una batalla que tiene lugar entre hombres
y mujeres. Muchas personas lo llaman amor”.
Esto
se plasma en sus cuadros, como Mujer en tres estados.
Donde se ve la pureza de la infancia, por él idealizada, la
sensualidad y la vejez, pero siempre con el hombre dominado.
Madonna |
Su
mejor interpretación del paradigma, repulsa y deseo, lo interpreta
en Madonna, cuadro que pinta una y otra vez, ya sea en oleo o
litografía, a cuadro completo o como vemos en esta rodeada con un
halo de espermatozoides y un homúnculo de desecho en una esquina.
Esa figura, con nombre de virgen italiana y una sensualidad abrumadora, una especie de areola de sangre en la cabeza, sería la interpretación de su sentido de la mujer del genial pintor.
Continuará...
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